Hasta una tranquila fuente
llegué una tarde a beber,
y antes de calmar mi sed
me trajo el rumor del viento,
como dulce melodia
que cantara aquella voz,
unas promesas de amor.....l
y me hicieron añorar
el recuerdo de aquel dia,
en que con tu dulce acento,
ese mismo juramento
de tus labios escuché.
Me retiré de la fuente
y ya no quise beber,
las palabras que escuchara,
y el recuerdo de ayer,
supieron calmar mi sed
mas que el agua que manara.
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