Escucho en mi interior el consejero
que su voz en mi pechos se destapa,
con rigor esencial y verdadero.
Conmigo en mi vivir, es compañero,
lo conozco y lo siento en cada etapa
es amigo; condena y no me tapa
golpea en torno mio es " carcelero ".
Si yo escucho la voz de su censura,
tercamente castiga con sus quejas
y tiembla mi interior con sus destellos.
Al margen su rigor, de mi ternura,
me marca su distrito con sus quejas,
y en cada oficio justo pone sellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario