Tenias pocas primaveras
y un amor sin entrenar,
rebosadas ilusiones,
sueños de amor preparados
para recibir y dar.
Y hasta ti, paloma blanca
fue volando un gavilán;
tus alas ya preparadas,
tras él quisieron volar.
y en ese amor se perdiste,
no pudiste regresar,
tu experiencia creía
que su amor era verdad.
La razón te aconsejaba;
-No hagas caso al corazón.
pero tú no la escuchabas,
creías que aquello era amor.
Y viste el desengaño
cuando era tarde ya.
Tú paloma enamorada
seguiste al gavilán,
y de tantas ilusiones
pocas fueron realidad.
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