La noche sigilosa se ha cerrado,
conquistando la hora sugestiva,
de la más negra sombra se derriba
el caballo sin brindas desbocado.
Un fuego luminoso y encerrado,
resplandece en mi frente pensativa
y en la recia tiniebla sube arriba
en libertad radiante y erizado.
En esta mitíca busca pionera
vive, viendo el amor de aquel distristo
con la pena de vida traicionera.
Remansada en la paz de infinito.
Aquel amor.... Me deja que lo quiera,
lo que surge del sueño, no es delito.
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